Empezó el año cargado de ilusiones, de nuevos propósitos, de esperanzas...
Desde mi ventana no se ven horizontes
que sean nuevos para los ojos,
sólo se observa más paisaje seco,
más pájaros pérdidos y relojes rotos.
LLuvia que no moja
sin impermeables;
frío que no cala,
fuego que no arde.
Hasta el más valiente
puede ser cobarde;
todo es mentira
nada cierto se sabe.
Hay basura en el cielo
y estrellas en la calle.
Desde mi ventana
no pierdo detalle.
Y si miro dentro
no habrá quién se salve.
Me atreveré a mirar.
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