Navidad. "N" de nacimiento. "A" de alegría. "V" de vida. "I" de Ilusión. "D" de deseos. "A" de añoranza. "D" de dignidad.
Ninguna de sus letras me sugieren regalos, ni árboles, ni hartase de comer, ni Papá Noel, que ahora está muy de moda.
Tal vez, sí, tristeza. Una pena en el alma que ni mi dulce angelito con su sonrisa y sus gritos logra borrarla, aunque consigue disimularla.
Ni cartas en el buzón que no llegan el resto del año. Tampoco mails.
Aunque estuvieran vacías y/o vacíos, me gustaba leerlos, comprobar que hay seres, más cerca o lejos en distancia física o espiritual, seres que se acuerdan de tí.
La magia de esperar a los Reyes Magos, también se va esfumando poco a poco...
No me gusta aparentar pocos años pero no conservar esa niña que llevo dentro a flor de piel.
Siempre me dió miedo crecer. Me veo más mayor y con más miedo.
Iniciar una algarabía de palabras y acabarlas, colgarlas en un portal y luego pasearme con la esperanza de que algunos ojos han querido pararse a ver desde mi mirada...
A mí me encantaría poder ver desde otras miradas. A veces lo intento y aunque no logro completamente observar como otros ojos, es gratificante sentir que la realidad puede ser diferente.
Por eso desde otra mirada, quizás más optimista, debo decir que prefiero no recibir correspondencia vacía y recibir palabras y gestos sinceros.
Desde mi mirada deseo Paz, Amor, Felicidad y Salud, a los que me quieren, a los que no me quieren y a los que llegarán a quererme.
Hola niña,
ResponderEliminarcon restraso pero sinceramente te escribo estas palabras para desearte un año de ilusiones y sonrisas, de creatividad y de luz que ilumine tu camino.
Desde un lugar lejano en la mitad del mundo,
un fuerte abrazo,
Sergio.