El lenguaje verbal y escrito nos coarta la libertad de expresar todo lo que sentimos, pensamos, imaginamos y soñamos, como la forma de hacerlo.
Es muy común escuchar frases como “es que no sé como decirte…”, “es que no sé como expresarlo”, “es que no tengo palabras”, “sin comentarios”.
Pero existe un universo de comunicación sin palabras, que tiene sentido, que colabora a ser más o menos humano, que nos deja expresarnos y relacionarnos más libres y sinceros.
Una invasión de gestos, de actos, de sonidos, imágenes, movimientos, de silencios, que según la situación obtienen su significado. Aunque en la mayoría de las ocasiones no importe el significado sino cómo nos hacen sentir.
Y en esta gran invasión andamos escasos de gestos de amor. Pero al decir gestos de amor no sé si me expreso bien. El amor es un término tan ultrajado, tan ambiguo a veces y tan amplio…
Amor de pareja; amor fraternal y sororo; amor paternal y maternal; amor filial; amor a los animales; amor a las plantas; amor platónico; amor espiritual; amor carnal; amor a lo prohibido o a lo permitido; amor a lo conocido o a lo desconocido; amor a Dios; amor a las personas; amor al firmamento; amor a la tierra; amor universal; amor al pasado; amor al presente; amor al futuro; amor renaciente; amor desvaneciente; amor por el arte; amor por conocer; amor por enseñar; amor por aprender; amor preescrito; amor proscrito; amor por los demás; amor por uno mismo; amor a la vida o a la muerte; amor que hace libre o condena al para siempre; amor por amar...Necesitamos amar.
Quizás sea el amor la mayor necesidad.
miércoles, 18 de febrero de 2009
martes, 17 de febrero de 2009
Un ser especial
Desde pequeñita conocía su existencia. Escuchaba hablar de su fuerza y vitalidad para afrontar y ayudar a combatir los sinsabores del caminar humano. Lo observaba desde lejos, como a un ser especial pero de difícil acceso para mi.
Casi por casualidad fui a parar en su casa varias horas semanales, de maestra (de su hijo). Imaginaos qué maestra, menudita y que no sabe nada, sólo intentar resolver los aconteceres que me van asaltando día a día. Incluso al principio él dudaba de mi poder para lograr afrontar pequeños retos. Por suerte, creo que cambió su concepción.
Así poco a poco fuimos acercando nuestras palabras, nuestros gestos, nuestra confianza, nuestro amor. Y ese ser especial se convirtió en mi amigo.
Ese amigo del que te acuerdas en muchos momentos y con el que compartes tantos otros. A quien le descubres simpleces y grandezas de tu alma sin miedo a que sean juzgadas. Con quien tienes en común algunos sueños e ilusiones como la de luchar por un mundo más de corazón que de monedas e intolerancia. Y al que le perdonas que no pueda verte a menudo, porque sabes que aunque no le veas está ahí.
La vida me premió con conocerle. Ojalá todos los premios que se ofrecieran fueran como ese.
Ojalá existieran muchos seres especiales.
Casi por casualidad fui a parar en su casa varias horas semanales, de maestra (de su hijo). Imaginaos qué maestra, menudita y que no sabe nada, sólo intentar resolver los aconteceres que me van asaltando día a día. Incluso al principio él dudaba de mi poder para lograr afrontar pequeños retos. Por suerte, creo que cambió su concepción.
Así poco a poco fuimos acercando nuestras palabras, nuestros gestos, nuestra confianza, nuestro amor. Y ese ser especial se convirtió en mi amigo.
Ese amigo del que te acuerdas en muchos momentos y con el que compartes tantos otros. A quien le descubres simpleces y grandezas de tu alma sin miedo a que sean juzgadas. Con quien tienes en común algunos sueños e ilusiones como la de luchar por un mundo más de corazón que de monedas e intolerancia. Y al que le perdonas que no pueda verte a menudo, porque sabes que aunque no le veas está ahí.
La vida me premió con conocerle. Ojalá todos los premios que se ofrecieran fueran como ese.
Ojalá existieran muchos seres especiales.
lunes, 9 de febrero de 2009
La gente se va
Todo lo material se queda, la gente se va.
El vigoroso cuerpo que acariciaste una noche de lluvia, se queda, convertido en polvo, después de calavera. Y las gotas de agua que cayeron sobre la tierra también permanecen entre su materia.
El vehículo en que viajaste, los paisajes, tus huellas, seguirá existiendo aunque ya no les veas.
Pero las personas, se van. A veces están más cerca, otras más lejos pero al final se van. Por eso mientras no se marchen…
No, no renunciaremos a nosotras mismas, a querernos, a aprender a compartir y no a darlo todo, a disfrutar de cada momento de felicidad por muy pequeño que sea, a dedicarnos tiempo interno. No, no podemos renunciar a SER PERSONA, a decidir, a equivocarnos, y a que en el rostro surgan las arrugas de lo vivido.
Todo lo material se queda, la gente se va.
No quiero quedarme para siempre. Quiero irme cuando sea mi momento. Y que queden mis canciones, palabras y versos, recuerdos buenos en algunas mentes y en otras no tan buenos.
Todo lo material se queda, la gente se va. Yo me iré. Todos nos iremos.No quiero quedarme para siempre. Quiero irme cuando sea mi momento.
El vigoroso cuerpo que acariciaste una noche de lluvia, se queda, convertido en polvo, después de calavera. Y las gotas de agua que cayeron sobre la tierra también permanecen entre su materia.
El vehículo en que viajaste, los paisajes, tus huellas, seguirá existiendo aunque ya no les veas.
Pero las personas, se van. A veces están más cerca, otras más lejos pero al final se van. Por eso mientras no se marchen…
No, no renunciaremos a nosotras mismas, a querernos, a aprender a compartir y no a darlo todo, a disfrutar de cada momento de felicidad por muy pequeño que sea, a dedicarnos tiempo interno. No, no podemos renunciar a SER PERSONA, a decidir, a equivocarnos, y a que en el rostro surgan las arrugas de lo vivido.
Todo lo material se queda, la gente se va.
No quiero quedarme para siempre. Quiero irme cuando sea mi momento. Y que queden mis canciones, palabras y versos, recuerdos buenos en algunas mentes y en otras no tan buenos.
Todo lo material se queda, la gente se va. Yo me iré. Todos nos iremos.No quiero quedarme para siempre. Quiero irme cuando sea mi momento.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)