Las flores se marchitan si no las cuidas. No todas necesitan sol, ni que se rieguen todos los días, por eso hay algunas que son más fáciles de mantener con vida. Muchas de ellas buscan frialdad, otras calidez y algunas necesitan mucho calor. No todas requieren la misma cantidad de agua. Quien no entiende no puede saber qué necesitan y entonces entre sus manos se van chuchurriendo. Cuidarlas es un arte que si se quiere se puede aprender porque no todos nacemos con ese talento. Incluso hay flores salvajes que no necesitan de nadie pero si de algo que les hagan sentir. E incluso hay flores marchitas que reviven. Y siempre existirán perennes y caducadas. No eligen el lugar donde nacer, su color, ni su nombre y o se adaptan a las circunstancias o mueren en el intento. No pueden dejar de ser lo que son aunque para algunas es más fácil mantenerse con vida. Hay muchas flores, conocidas y desconocidas. Muchas flores…
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