No te vayas sin besos,
los besos que no te he podido dar
porque en cuanto pase esto
podremos de nuevo juntar
los labios con la piel
apretarnos cuerpo a cuerpo
y volver a sentir que un día
estuve en tus adentros,
en un vientre que fue mi refugio
que muchas veces hecho de menos.
Siempre es pronto para un adiós
y aunque llegará el momento
yo me agarro a la esperanza
de aquí o allí volver a vernos.
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