AQUELLO QUE ME FALTA

A la foto que tengo junto a la cama
le falta el brillo de tu mirada,
el sabor de tus dulces labios,
el aroma de tu piel salada.

A la foto que tengo junto a la cama
le falta los latidos de tu corazón,
el tacto y caricias de tus manos,
la balcánica melodía de tu voz.

A la foto que tengo junto a la cama
le falta alma, cuerpo y vida,
pero al menos me regala recuerdos
de todo aquello que me falta.

ABRAZOS GRATIS

Cuando puedas dedicarme un ratito, llámame. Y nos vemos y charlamos un poco y te doy un abrazo.
Últimamente sólo quiero abrazar a la gente, sentir materialmente que están ahí. Yo, que siempre he sido tan espiritual, que he marcado siempre las distancias del cuerpo a cuerpo por perjuicios, miedo, timidez, el qué dirán... Yo, necesito ver a la gente que sé que están ahí, pero que cuesta robarles y que me roben un poco de tiempo, de la vida.
Tal vez una frase que leí hace unos días* me hizo sentir que lo que yo necesitaba no me venía porque no lo daba. Y son eso, abrazos. Hay mucha gente a la que me encantaría abrazar pero no me atrevo, y quizás a alguien de ellos-as también les gustaría abrazarme pero igualmente no se atreven y ahí se queda el abrazo, sin llegar a ser ni un intento. Y es que el mundo está tan falto de gestos de cariño, el amor también está en crisis...

Bueno, creo que ya me voy a dormir. Después del monólogo creo que cogeré bien el sueño. Espero verte pronto y abrazarte.

* "Todo lo que dí aún lo tengo, y todo lo que acumulé se perdió"

¿POR QUÉ ENTRISTECE LA MIRADA?

La edad madura se acerca y cada vez estamos más lejos de lo que queríamos ser.
¿Será por eso que la mirada entristece?
Son momentos de aceptación y adaptación del ser que hemos creado al ir tomando decisiones. Decisiones que hasta en el instante de tomarlas dudamos si eran las más acertadas.
Debemos creer que las fueron para no sentirnos culpables de nuestro destino, tan diferente del que planeamos o soñamos tiempo atrás.
¿Será por eso que la mirada entristece?
Y cuando eres más joven no comprendes por qué se va la alegría de los ojos, la ilusión en el mañana y todo lo que te pasaba era lo mejor o lo peor que puede pasar.
Con la edad madura ves que nada es lo mejor ni lo peor, que las cosas sólo suceden y dejan huella, y te hacen cambiar, y te acercan y te alejan de las personas importantes en tu vida y de para quienes fuiste importante, pero nunca imprescindible, aunque a veces lo parezca.
Tal vez sea eso, la apariencia, no nos deja llegar a ser lo que queremos ser y luego tenemos que andar reajustándonos, aceptándonos, fingiendo estar feliz en el papel que aparentemente nos ha tocado pero que sólo nosotras mismas hemos elegido, aunque en la elección muchos factores hayan influido.
¿Será por eso que la mirada entristece?

VOLVER A EMPEZAR

Hoy quise recuperarme y no existía. Parte de mí había desaparecido por el espacio cibernético y por mi espacio interior también. He perdido muchos sueños, muchas ilusiones, muchas lágrimas. Por suerte he decidido que no quiero perder más y que quiero volver a existir, aunque sea difícil rescatar lo inexistible, batallas peores se han ganado.
A veces te creas una realidad ficticia que hasta tú llegas a creértela en muchos momentos, pero por suerte yo no he perdido la conciencia y debo volver a poner los pies en el suelo.
Si algo me ha enseñado la vida es que es mejor estar sola que sentirte sola. Así que no quiero sentirme más sola, quiero estar sola, con la única parte de mí que queda por el mundo.
Esa parte de mí me hace ver lo que no quiero ver, y aunque es muy pequeña, para mí se ha convertido en lo más grande, en la mayor razón que tengo para vivir y volver a encontrarme.
Ella me conoce, ha estado muchos meses dentro de mi vientre y sabe, aunque no me vea llorar, que no estoy bien. Incluso ella me dice por qué no estoy bien y yo me lo he negado tantas veces…
Es cierto que no hay mayor ciego que el que no quiere ver. Y también que el final de las películas no puede ser siempre un final al gusto de toda la gente.
Por suerte el guión de nuestras vidas podemos escribirlo nosotras mismas, ya sabemos leer y escribir no como antiguamente. Pero aún así hay mucha gente que cree que es mejor que escriban nuestro guión por nosotras, no vaya a ser que nos equivoquemos.
¡Si equivocarse es algo innato del ser humano!
Pero da tanta rabia equivocarse, tanta rabia, que no se puede expresar con palabras.
Han dado lluvia para los próximos días, pero luego saldrá el sol.
Me gusta sonreír, besar, cantar, recibir abrazos y si no hay variaciones atmosféricas es difícil conseguir hacer las cosas que me gustan, aunque algunas de ellas no dependen sólo de mi.
Ya ves, no he pedido tanto. Nunca me he creído princesa aunque alguien me lo haya dicho alguna vez. Yo escribí de pequeña que de mayor quería ser payaso para hacer sonreír a la gente y ahora me cuesta hacerme sonreír a mí.
Tal vez ese ha sido mi problema y debo buscarle solución antes de que sea demasiado tarde. Doy mucho sin importar lo que queda de mí. Pero ya no más.
Empezaré una nueva etapa, con miedos y tristeza por momentos que quedarán atrás, pero con paso firme. Ya no soy una niña, ni quiero serlo.

¡QUIEN PUDIERA VER EL PLANETA AL DESNUDO!

Querido presente que ayer fuiste futuro
¿has visto cómo el aire vestido de humo
cubrió el cuerpo del planeta
para que no pudiesemos verlo desnudo?
Y sonidos electrónicos
envolvieron el canto de los grillos nocturnos.
Y los seres vivos no se encuentran
ni dentro ni fuera de este mundo.
Sólo existen ánimas que vagan sin consuelo
y algún que otro grito pidiendo esperanza.
Ojalá quedaran oidos para escuchar nuevos retos
y manos para realizarlos
y corazones para acogerlos...
Querido presente que ayer fuiste futuro
¿podremos salir de este lago oscuro?