Tristeza vestida de lluvia,
con manto de seda grisácea,
abrazas mi calma desnuda
y la disfrazas de ti.
Mi rabia te echa a gritos,
mi ira te aleja de mi
y vuelve a arroparme la esperanza
y las ganas de ser feliz.
Entre risas y llantos los recuerdos
cobran vida, nos acompañan
como ese hilo que nos une
que cose tu ser y mi alma.
Aprendo a abrazarte sin miedo
aunque a veces quiero que te vayas
pero sin ti no soy yo
y tú sin mi no eres nada.
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