domingo, 2 de enero de 2022

SERE UN RÍO

 Las lágrimas no son señal de debilidad, son ríos por dónde navegan los sentimientos. Quien no siente no vive. A veces me ven como una bruja con piel de cordero, otras como un cordero con piel de bruja. No importa, yo a la bruja hace tiempo la quemé en el caldero y me comí al cordero. El qué dirán ya me da igual, soy lo que soy hoy con pedazos del ayer y  sombras del mañana. Respirar no me cuesta porque mi conciencia está tranquila. Me acaricia en mis momentos de reclamos y me suplica que me mime y me abrace porque dentro de mi puedo encontrar todo lo que necesito para ser feliz.  Pero es cierto que a veces me gusta subirme en la escoba y volar lanzando hechizos para cambiar la realidad. Algunos funcionan, otros no hay manera y tengo que fingir que sigo al rebaño. Entonces me daño y necesito volver a mi refugio. Me abrazo, lloro y vuelvo a sonreír. El día que no pueda parar de llorar me convertiré en río y allí irá a parar todo lo que he sentido, todo lo que he vivido.