lunes, 30 de mayo de 2011
Desde diferentes alturas
A veces sentimos como esa sensación al caer desde un piso muy alto y ver abajo el suelo. Cierras los ojos para imaginar que alguién pondrá un colchón, y los abres, y no le ves. Cada vez andas más cerca del suelo.Cuando estás en las alturas todo parece muy pequeño, pero al ir acercándote al suelo vas viendo como todo crece y parece que la que está menguando es una misma. Vuelves a cerrar los ojos y al abrirlos ves el colchón. No sabes si fue la persona que deseabas quien lo puso pero que más da, lo importante es que sigues ahí, puedes contarlo y puedes volver a vivirlo. Y por qué no, tú puedes poner colchones a los demás, aunque a veces no perciban que fuiste tú quien no les dejaste caer. Lo importante es darnos cuenta de que en la vida no es bueno estar tan alto pero tampoco caer tan bajo. Y si alguna vez al ir bajando no nos ponen ningún colchón, agarrémosnos a alguna reja, a algún resalto, que nos permita ver el mundo desde una buena perspectiva.
sábado, 7 de mayo de 2011
GRACIAS A LA VIDA
Hay deseos en la vida que esperas verlos hechos realidad con la misma ilusión e impaciencia de un niño esperando su juguete favorito por navidad.
Y llega el gran día y no está ese juguete. La desilusión dura el momento de observar que no está pero enseguida vuelve la ilusión de esperar al año siguiente o a recibirlo antes, por el cumpleaños o las buenas notas.
Con el paso del tiempo se va apagando esa ilusión y al final sólo queda el recuerdo de tiempos atrás donde se deseaba tanto y se esperó tanto... Queda el sabor amargo de la desilusión pero también queda el encanto de haber estado ilusionado. Y aparecen en la vida más ilusiones que volverán a desaparecer.
Todo aparece y desaparece menos una misma que permanece con cambios porque todo cambia y con nuevos sueños que llegarán a hacerse realidad o no pero que nos permiten tener ilusiones y esperar.
Y mientras esperamos vivimos, y que mayor ilusión que poder hacerlo.
¡Gracias a la vida!
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